Acerca de nosotros
LA IGLESIA DE DIOS en Manassas, VA
Conozcámonos
Conozcámonos
Conozcámonos
Adoración
Como parte de nuestro culto, frecuentemente expresamos nuestro agradecimiento y alabanza a Dios. Por eso es habitual oír a la gente decir "¡Amén!" y "¡Alabado sea Dios!" a lo largo de nuestros servicios religiosos. Además, a menudo levantamos una mano para mostrar visiblemente que estamos de acuerdo con lo que se está cantando o hablando. Una mano levantada en el aire significa simplemente nuestra afirmación.
Escuchar la predicación de la Palabra de Dios es vital para nuestras almas, y nos tomamos esta parte del servicio muy en serio. Abrimos nuestras Biblias para seguirlas y a menudo tomamos notas mientras el pastor predica. Es fundamental que permitamos que Dios nos hable a través de la predicación y que luego apliquemos lo que hemos aprendido a nuestra vida diaria.
Después de la predicación, cantamos un "canto de invitación". Durante este canto, cualquiera que lo desee puede ir y orar en un altar antiguo en la parte delantera de nuestro auditorio. Para nosotros, el altar es un lugar especial en el que orar a Dios y podemos obtener consejo piadoso de nuestro pastor.
Creemos que es esencial que nuestros servicios de la iglesia sean orquestados por el Espíritu Santo. Por lo tanto, no utilizamos un boletín o programa fijo. Ninguna parte de nuestro servicio es ordenada o dirigida por un comité u oficina central. La "Cabeza" de la Iglesia de Dios es Jesucristo; por lo tanto, nuestra "sede" se encuentra en el Cielo. Aunque seguimos un formato general, siempre lo dejamos abierto para que Dios dirija el servicio. Nuestro pastor ora y estudia para buscar la voluntad de Dios para los mensajes que él trae a la congregación cada semana. Del mismo modo, nuestros profesores y cantantes hacen lo mismo. Cada parte -desde las lecciones de la escuela Domingo hasta las canciones y la predicación- ha sido inspirada por Dios.
Te invitamos a que vengas y veas por ti mismo lo que es la Iglesia de Dios. Si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡nos encantaría escucharte!
Organización
La Iglesia de Dios es más que nuestra congregación aquí en Manassas, Virginia. Hay congregaciones en todo el mundo. A diferencia de las innumerables iglesias hechas por el hombre que prevalecen en nuestro mundo hoy en día, la Iglesia de Dios fue establecida y construida por Jesucristo mismo hace siglos, aproximadamente en el año 33 d.C. Por lo tanto, él es la "Cabeza" de la iglesia y la "sede" se encuentra en el Cielo. En otras palabras, la iglesia de Dios es liderada y dirigida por Jesucristo y no por ninguna organización hecha por el hombre. Nosotros no mantenemos un Libro de Registro o votamos sobre quien puede ser miembro. Dios toma esas decisiones, ¡y están registradas en el Cielo! La salvación a través de Jesucristo es la única manera en que usted puede convertirse en un miembro de la Iglesia de Dios.
Te invitamos a que vengas y veas por ti mismo lo que es la Iglesia de Dios. Si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡nos encantaría escucharte!
Historia
Muchas denominaciones "cristianas" hunden sus raíces en el siglo XVI y en lo que comúnmente se conoce como la Reforma Protestante. Cuando la gente comenzó a oponerse a la Iglesia Católica, se formaron muchas religiones creadas por el hombre. Por ejemplo, ahora tenemos a los luteranos por Martín Lutero, a los calvinistas por Juan Calvino, y así sucesivamente. Sin embargo, la Iglesia de Dios ya había sido establecida más de 1.400 años antes de este período de tiempo. Jesucristo construyó Su Iglesia, la Iglesia de Dios, aproximadamente en el año 33 d.C. y le dio el nombre de Dios Padre. Es por eso que los Apóstoles se refieren a la "Iglesia de Dios" múltiples veces a lo largo del Nuevo Testamento.
En la Biblia, el Libro de los Hechos registra los miles de almas que Dios añadía a su Iglesia cada día mientras los Apóstoles iban predicando. Ahora, siglos más tarde, ¡esa misma Iglesia que Jesús construyó sigue siendo fuerte! Con la Palabra y el Espíritu Santo, la Iglesia de Dios ha pasado por muchas tribulaciones y todavía está viva y bien hoy.
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