¿Alguna vez te has mirado al espejo y no te ha gustado lo que has visto? Una mirada atenta a tu reflejo puede hacer que te des cuenta de que necesitas arreglarte un mechón de pelo suelto, o limpiarte los dientes, o puede que te preguntes por qué alguien no te avisó de esa enorme rotura en la camisa. Son cosas que no podrías haber visto hasta que te miras al espejo. Y luego hay un examen aún más minucioso: con un espejo de aumento. El zoom puede dar un poco de miedo. Podrías ver cosas que no sabías que estaban ahí.
Es cierto; ¡no podemos ver lo que ven los demás hasta que nos miramos en ese espejo! El espejo es muy importante en nuestra rutina diaria. Por lo general, empezamos y acabamos el día mirándonos al espejo. Las encuestas han revelado que las mujeres se miran al espejo al menos 8 veces al día y los hombres aún más: unas 12 veces al día. Asombroso, ¿verdad? Pero siempre estamos atentos a nuestro aspecto y queremos asegurarnos de tener una apariencia aceptable, no tanto para nosotros mismos como para los demás. El espejo revela lo que los demás ven cuando nos miran. Imagínate si nos miráramos en la Palabra de Dios y nos examináramos espiritualmente tanto como lo hacemos físicamente.
Examen por la Palabra y el Espíritu
¿Sabías que la palabra de Dios se compara con un espejo? Este espejo en particular es más importante que el espejo que refleja tu ser físico. El examen constante del alma es tan importante, especialmente si alguien dice ser cristiano, ¡un siervo de Dios Todopoderoso!
Hebreos 4:12 "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón."
Esta escritura muestra lo profundo que la Palabra de Dios penetra en los corazones y en las vidas. Sin embargo, una persona debe estar dispuesta a echar un vistazo en la Palabra y ver lo que se refleja de nuevo en ellos. Va a tomar más que una mirada rápida en el espejo para que nada se pierda. Hay que echar una mirada larga y girar en diferentes ángulos para ver realmente lo que se refleja. Lo mismo ocurre con el alma: tómate tiempo para aquietar la mente. Durante la oración y la meditación, tómate tiempo para revisar tu conducta y ver si el Espíritu de Dios señala algún problema.
¿Qué ve?
Lo que hayas estado haciendo físicamente suele reflejarse en el espejo. A veces te quedan impresiones de una almohada en la cara. Todo el mundo sabe que has estado durmiendo, pero tú no ves la impresión hasta que te miras al espejo. Tal vez tengas una mancha de chocolate en la barbilla... bueno, seamos sinceros, ¡sabes que has estado comiendo chocolate sin mirarte al espejo!
Al igual que la almohada o el chocolate, las acciones y los pensamientos dejan una impresión o marcas en el alma. Un autoexamen honesto usando la Palabra de Dios es necesario para que nos veamos como Dios nos ve y para revelar el verdadero estado de nuestra alma. La honestidad es esencial cuando vemos la condición del alma. Si el Cielo es la meta, entonces conocer el verdadero estado del alma es fundamental - ¡ya sean buenas o malas noticias!
2 Corintios 13:5 "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No sabéis vosotros mismos cómo Jesucristo está en vosotros, si no sois réprobos?"
¿Qué ves cuando examinas tu interior -el corazón mismo de tu ser- con la Palabra de Dios? ¿Hay algo que no concuerde con la Palabra? ¿Estás haciendo cosas que no agradan al Señor? Pídele al Señor que te muestre lo que él ve. orar y estar dispuesto a escuchar lo que Dios dice. Hay muchas condiciones que se pueden encontrar durante el examen inicial -
- Infelicidad
- Depresión
- Consumo de drogas/alcohol
- Celos
- Odio
- Codicia
- Ira
- Amargura
- Egoísmo
- Lujuria
- Adulterio
Los resultados - Pasar a la acción
El autoexamen no siempre revela una imagen agradable. El efecto del pecado deja marcas o cicatrices en la mente y el alma. Pero, ¿qué se debe hacer con estas condiciones? Es cierto que este tipo de atributos no tienen cabida en el corazón de un siervo de Dios y no se encontrarán en el Reino de Dios. Si no se hace nada al respecto, sería como ver una mancha de tinta en la cara en el espejo y no hacer nada al respecto.
Dios es fiel para revelar la condición del alma. Te preguntarás: "¿Cómo nos muestra el Señor lo que hay que arreglar?" él usa Su Espíritu y Su Palabra para hablar a los corazones. Si el pecado está presente en nuestro corazón, Dios nos ama lo suficiente como para señalárnoslo y decirnos cómo "arreglar" lo que no se alinea con Su santo camino.
1 Corintios 2:9-10 "Pero como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios."
Usted necesitara orar a Dios y arrepentirse (pedir perdon) por hacer cosas que estan en contra de los mandamientos que Dios da en Su Palabra. El verdadero arrepentimiento requiere tristeza divina, lo que significa que su tristeza es tan profunda que le hace arrepentirse y NUNCA hacer esas cosas de nuevo. También hay una segunda obra de gracia llamada santificación que es necesaria para mantener una vida santa (libre de pecado). Contáctenos si desea aprender más sobre la obra de la santificación.
Autoexamen continuo
Servir al Señor no elimina el autoexamen. Sí, los hijos de Dios consistentemente examinan sus vidas (toda clase de conducta) para estar seguros de que están representando al Señor como él lo ve apropiado.
1 Pedro 1:15-16 "Mas como él que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo."
Efesios 5:15-16 "Mirad, pues, con diligencia, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."
Andar con circunspección significa andar con cuidado, vigilando por todos lados, con cautela y prudencia. Los días en que vivimos son ciertamente malos y pueden tener gradualmente un efecto en el alma. Un examen cuidadoso con oración te permitirá ver el pecado como Dios lo ve - algo que enviaría tu alma al infierno. El autoexamen continuo es vital. Sin duda, incluso en áreas que no consideran pecado, habrá espacio para mejorar, porque todo cristiano tiene el deseo de ser un mejor testigo de Dios.
Conclusión:
Santiago 1:23-25 "Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, semejante él al hombre que mira su rostro natural en un espejo: Porque mirándose a él mismo, se va por su camino, y luego olvida qué clase de hombre él . Pero él que mira la perfecta ley de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en su obra."
Dios espera una vida santa de Sus hijos. Deja que la Palabra de Dios sea eficaz en tu vida. La persona sabia es un hacedor de la Palabra y es bendecido. El Señor quiere que cada alma llegue al Cielo y que viva una vida hermosa y feliz aquí en la Tierra mientras ayuda a otros a llegar al Cielo en el camino.
Tome la acción necesaria para ser exactamente lo que Dios quiere que Sus hijos sean. No lo pospongas - ¡sé un hacedor de la Palabra!